jueves, 24 de mayo de 2012

Teatro: Ópera

En esta ocasión quiero hablarles de una vieja arte escénica que cada día va perdiendo popularidad, inclusive  para muchos resulta sinónimo de aburrimiento.  Pero a decir verdad se requiere talento, entrenamiento y virtuosidad para poder ser parte de ésta arte escénica.
Estoy hablando de la ópera. Sinceramente a mí este me parece un género alienígeno y muy complicado.  Son pocas las operas que he tenido la oportunidad de ver, sin embargo hace poco decidí abrir un poco más mi mente y lo hice empezando por participar en un concurso de para escribir un libreto para una mini-opera.

Naturalmente me puse a investigar un poco y esto fue lo que encontré:

  • Los primeros orígenes de la ópera los podemos encontrar en las tragedias griegas. Es con estas obras que los primeros compositores encuentran un punto de partida para crear este tipo de obras. En dichas tragedias encontrábamos una unidad en cuanto a textos, cantos y movimiento. El teatro de Grecia cumplía una función ritual casi religiosa hecho para que los asistentes tuvieran sentimientos de depuración y de catarsis.
  • Más tarde, el origen de la ópera como la conocemos se da en Florencia donde se reunían un círculo de artistas y profesores  llamados la Camerata Florentina, todos en torno al conde Giovanni Bardi, entre las  décadas de 1570 y 1580. Este grupo trataba de dar vida nuevamente al olvidado arte dramático de la antigua Grecia la “Tragedia Griega.” Ellos influenciaron la estética de la ópera.
  •  También alrededor de 1590 el poeta Otavio Rinuccini y el compositor Jacopo Peri hicieron un drama pastoril de Giovanni Batista Guarini llamado Il pastor Fido (El Pastor  Fiel).  Esto demuestra que a pesar del gran interés por revivir el drama y música antigua de los griegos, las primeras óperas fueron pastoriles y no tragedias.
  • Mozart es hasta la fecha la figura más prominente de la ópera. Inclusive Beethoven escribió sus primeras composiciones bajo la sombra de él. 


Durante mucho tiempo la ópera ha sido considerada como un arte para la burguesía en donde los músicos y los actores combinan un texto con melodías. Además entre, los elementos del teatro tradicional se recurre a la actuación y el complejo uso de vestuarios y escenografías. Desde sus inicios en el siglo 16 hasta su mayor esplendor en el siglo 18 la ópera italiana ha sido la más popular y dominante a pesar de que tanto Alemania, Francia e Inglaterra han dado fuertes contribuciones a este arte.Generalmente, todos los textos son cantados y los bailes son escasos (aunque hay excepciones). Estas características diferencian a una ópera de un género mucho más reciente, el musical, el cual es muy popular entre las audiencias.

Ver una ópera requiere paciencia pero cuando lo hacemos además de ser abrumados por las historias representadas también lo hace el maravilloso talento escénico que encontramos frente a nosotros. No cualquiera puede cantar ópera, y no cualquier músico moderno puede tocar ópera, para ello se requieren personas que hayan estudiado en conservatorios o hayan tenido entrenamientos similares. Esto deja claro que nos encontramos con un arte selectivo donde son las capacidades de los artistas las que les dan la oportunidad de estar en escena y no el aspecto físico, una conexión, o simple suerte, como pasa hoy en día tanto en la pantalla chica, el cine, o muchas veces inclusive en el teatro (no digo que esto se de siempre pero ya viene siendo algo común).  En un escenario de éste genero si no sabes lo que estás haciendo, el público lo nota inmediatamente, y es aquí donde podemos apreciar que frente a nosotros tenemos monstruosos talentos.
Como mencioné antes, la ópera aún me resulta desconocida por lo que dejaré que este artículo sirva de preámbulo para otro futuro, en donde hablaré sobre alguna ópera que vea pronto. Les dejo este extracto de Madamme Butterfly.

Mart Ventura






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