Hoy dejo de lado un poco el teatro para platicar un poco de una obra de un gran artista mexicano. La historia de este mural es un caso único. Cuando hablamos de Diego Rivera todos tenemos al menos una vaga idea de su trabajo con altos contenidos sociales que en muchas ocasiones también reflejaba su fuerte ideología comunista. Durante su vida este pintor mexicano realizo un sin número de obras siendo sus murales los más polémicos y comentados.
‘Pesadilla de Guerra, Sueño de paz’ fue un mural realizado por Rivera que se llegó a considerar perdido para siempre. En el año 2000 se dio la búsqueda de este. Los rumores apuntaban a que ‘Pesadilla de Guerra…’ llegó a estar en cierto momento en Rusia. Buscando este mural se encontró por accidente en una bodega del mueso Pushkin de Moscú otro trabajo titulado ‘Gloriosa Victoria’, el cual llevaba perdido casi cincuenta años. El haber estado guardado durante tanto tiempo fue la razón por la que este se encontraba en buenas condiciones.
El Mural
En pocas palabras la gigantesca pintura narra la epopeya de una invasión cometida por Estados Unidos a Guatemala a en 1954. Como dato curioso fueron frutas o más bien una compañía de frutas las que provocaron este golpe.
La Imagen
En la imagen podemos apreciar al coronel Catillo Armas con un revolver en la cintura y fajo de dólares en el bolsillo de de su camisa estrechando la mano en actitud servil y sumisa as John Foster Dulles(secretario de estado de E.U.A.) después de usar al su ejército para encabezar la invasión a su propia nación. Allen Dulles director de la CIA susurra algunas palabras a su hermano John. Atrás el embajador de E.U. John Peurifoy. En los alrededores mujeres y niños masacrados. En el centro una bomba con la cara del presidente estadounidense de ese tiempo Dwight D. Eisenhower.
El contexto histórico
La ‘Gloriosa Victoria’ tuvo razones muy lógicas para acabar desaparecido por tanto tiempo. Su fuerte contenido social y político daba razones de sobra para enfurecer a la poderosa nación de Norteamérica.
‘The United Fruit Company’ (UFC) como su nombre lo indica, era una poderosa compañía estadounidense de frutas que explotaba tierra y trabajadores en distintos puntos de Latinoamérica. En el caso de Guatemala, el principal recurso extraído eran los plátanos o bananos como se les conoce en este país del centro. Este producto generaba grandes y considerables ingresos a tal grado que la infraestructura de la nación contaba con eficientes líneas ferroviarias las cuales eran usadas no para transportar gente sino frutas.
En 1954 el presidente guatemalteco Jacobo Arbenz trató de implementar la ‘reforma agraria’ tratando así de expropiar la tierra de grandes terratenientes y empresas internacionales para darla a la gente del pueblo. Esto no fue del agrado de la UFC quien sin ninguna duda recibió el respaldo del gobierno estadounidense. En plena guerra fría la excusa para invadir fue sencilla, acusar al gobierno de Guatemala de nexos con el comunismo. El resultado fue una terrible masacre que cobró vida inclusive de niños y mujeres.Aunque fue el mismo ejército guatemalteco utilizado para la invasión, este recibió el armamento militar de Estados Unidos quién además colaboró con Cuatro aviones militares que ayudaron a ganar la guerra de forma psicológica. Allen Dulles director de la CIA era además un importante socio de la firma de abogados que representaba a la United Fruit Company. Con esto quedaba además resaltado que la amenaza comunista era razón para respaldar los intereses de una gigante compañía norteamericana. Casos como estos se siguen dando hoy en día, pero no con frutas sino con petróleo.
La desaparición
Diego Rivera pintó este mural en solidaridad a la nación centroamericana. Durante este periodo Guatemala vivía una incipiente democracia y tanto Diego Rivera como su esposa Frida Kahlo seguían de cerca el proceso debido a su amistad con los escritores guatemaltecos Luis Cardoza y Aragón y el Nobel de la literatura Miguel Ángel Asturias.
El hecho de que el mural tuviera en el centro una bomba con la cara del presidente Dwight D. Eisenhower (quien era muy querido por haber sido una pieza clave al ganar la segunda guerra mundial cuando se desempeñaba como el comandante supremo de las tropas de los Aliados) provocó que muchos se negaran a exponerlo.
Inicialmente Rivera quiso exponer la obra en los países socialistas de Europa del este. En Varsovia, Diego regala la obra a una representación de obreros rusos quienes a su vez (más tarde) la regalan al museo Pushkin en Rusia. Durante ese tiempo las obras de los museos soviéticos no eran catalogadas debido a que muchas fueron conseguidas de forma ilegal a través de la guerra por lo que permanecieron como secreto de estado. Con esto el mural queda en el olvido por casi cinco décadas guardada en una bodega. En un principio al ser descubierto se creyó que se trataba del otro mural ‘Pesadilla de Guerra, Sueño de Paz’ pero esté último posiblemente ya no exista debido a que se cree fue regalado a China y durante la época de Mao se dio una ‘revolución cultural’ en la que se quemaron varias obras literarias y pictográficas que no iban con el criterio del régimen.
En 2007 la obra fue prestada a México donde permaneció un año en exposición, una temporada en el Palacio de Bellas Artes, y los museos de Diego Rivera-Anahuacalli y Dolores Olmedo. Ahora nuevamente se encuentra en Moscú pero para nuestra fortuna esta vez no estará guardado en cajas.
