Grand Theft Auto III
Ya son diez años del lanzamiento de este título y aunque la frase está muy trillada, sin lugar a dudas se puede decir que es un parteaguas en la historia de los videojuegos.
La principal razón por la que los títulos previos de la franquicia no lograron ser tan revolucionarios como la tercera entrega era porque la tecnología solo les permitía ofrecer un mundo abierto en dos dimensiones (en una vista parecida al del primer Zelda de NES). Que si bien, ya permitían un nivel de interacción aceptable, no llamaban tanto la atención (aunque si eran una especie de juegos de culto y muy bien recibidos por la crítica especializada).
GTA III llegó sin tanta expectativa, las revistas no lo cubrieron tanto antes de su salida, causó revuelo cuando los jugadores descubrieron todas las posibilidades que el juego ofrecía. Ya no era un Grand theft auto pixeleado en el que podías atropellar peatones, era una ciudad que imitaba el Nueva York de las películas de gangsters, era una ciudad que vivía y respiraba. El cambio a una jugabilidad en 3d hizo toda la diferencia.
La historia y las misiones eran para un público adulto, dejaban atrás el clásico “ve por monedas” o colecciona todo lo que veas y ofrecían una trama muy parecida a cintas como El Padrino. En esa época fue muy reconfortante que un juego respetara a los jugadores y los dejara de tratar como niños. Recuerdo una de las primeras misiones donde tenías que robar el carro de un mafioso mientras él comía en un restaurante. Luego, ibas a un taller para que le pusieran una bomba y regresabas antes de que saliera y logar un asesinato que orgullecería a cualquier mafioso.
La música y el elenco era otro aspecto que le daba autenticidad al juego, en el soundtrack se incluyeron canciones que aparecieron en cintas como El Padrino y cada estación de radio que podías cambiar en cualquier auto ofrecía un estilo musical distinto. Para la historia contrataron actores de primera para que prestaran sus voces, como Michael Madsen de Reservoir Dogs y Kill Bill.
Pero lo que realmente sobresalió y cautivó a los jugadores fue el concepto de “sandbox”, es el término que ahora se usa para referirse a cualquier juego de mundo abierto. El poder hacer lo que quieras y jugarlo de la manera que quieras. Puedes realizar las misiones o también puedes explorar la ciudad, viajar en auto, en metro, molestar a la policía para iniciar una frenética persecución, etc.
Aunque el juego era casi perfecto, fue mejorado después de un año con su secuela GTA Vice City donde ofrecía un escenario 80ero, homenaje a series como Miami Vice y a cintas como Scarface (de hecho la historia es muy parecida a este clásico con Al Pacino), un soundtrack que incluía canciones de Michael Jackson, Blondie, David Lee Roth, etc. Y un sinfín de misiones secundarias para poder “perder” mucho más tiempo en ese juego.
Creo que vale la pena buscar una copia y jugar una parte tan importante de la industria del entretenimiento. Para celebrar el décimo aniversario, Rockstar tiene planeado relanzar el juego para iPhone y iPod Touch, esperemos que también se animen en un futuro para lanzar una versión remasterizada, como se ha hecho recientemente con Prince of Persia y Splinter Cell.
Mr. Moon
Mr. Moon